Se va acercando rápidamente el final de curso y las
vacaciones de verano. Indudablemente es un respiro y se necesitan, pero por otro lado si no sabemos qué hacer con los
niños tanto tiempo, puede desbordarnos la situación. Sabemos que cuando están
desocupados y se aburren, acaban empleando el ingenio y la energía en molestar
y procurar guerras a todos los de casa o bien
abusando de ordenador, televisión, calle…
Con los hijos es mejor ir por delante, proponiendo y
llevando una dirección, que por detrás,
reprochando o enmendando todos los errores o destrozos. Merece la pena invertir
algo de tiempo en planificar; en el fondo, ganamos tiempo y ganamos niños.
Igual que los maestros no empiezan curso sin una idea
clara de lo que van a hacer ese año, sin una programación precisa de contenidos
y actividades, nosotros, padres y madres, tampoco deberíamos empezar el verano
así. Por supuesto no es necesaria tanta formalidad ni tanto detalle, pero sí
una idea clara de qué queremos hacer este verano, qué actividades no deben
faltar y qué horario. La organización es una de las claves del funcionamiento
de las instituciones y empresas. El hogar es una pequeña institución.
Nos parecen
actividades imprescindibles:
- un ratito de colaboración en casa, adaptado en tiempo y
dificultad a la edad de los hijos (no hace falta mucho tiempo y el día es muy
largo)
- un ratito de deberes, para no perder el hábito ni la
agilidad adquiridos durante el curso.
- un ratito de jugar en familia y otro de jugar solos.
- un ratito de diálogo con algún hijo, nos referimos más
a fondo. Hemos de conocer a fondo a cada uno, sus cualidades, sus preferencias,
sus debilidades… Hemos de intentar motivarles para que se superen, que se
pongan pequeños propósitos. También es el momento de hacerles pensar sobre
alguna actuación o comportamiento que no estuvo bien y porqué, y si fuera
conveniente ponerles alguna penalización ya que esto les ayuda a comprender
donde están los límites.
Y luego todo lo que queráis: manualidades, parque,
cocina, música, inglés, deporte, disfraces… Realmente necesitamos todo un
verano para poder hacer todo esto, no lo desperdiciemos. Son años preciosos,
que no volverán (aunque haya otros), los cimientos que pongamos ahora nos permitirán construir
muy alto después.
EL SECRETO DE LOS ENANITOS:
Por si ayuda a ambientar todo esto, podemos presentaros a
unos personajes que todos bien conocemos: Blancanieves y los siete enanitos.
Si a algún hijo le resulta infantil, se
le puede encargar de presentar todo esto al otro(s) hermano(s) y que lo anime
él echándole una buena dosis de imaginación.
Cada semana le tocará a un personaje ser el protagonista
y explicar el secreto de su nombre. Nos hará pensar sobre un valor y nos podemos proponer algo de forma conjunta en casa. Sería muy conveniente fijar una
asamblea al final de la semana para evaluar cómo nos ha ido el propósito y para
presentar al nuevo personaje.
Como idea sencilla, se puede dibujar el personaje (en
entretela blanca y con plastidecores quedan muy vistosos) e ir decorando la habitación.
Esto hace atractivo al niño toda esta historia, le es mucho más fácil de
recordar y al mismo tiempo le mantiene la ilusión por llegar a tener todos los personajes. Ahí os
los presentamos.
Enlace a fichero.pdf con las figuras